EL JUDO ADAPTADO

En la entrada de hoy hablaremos de un bonito deporte: el judo adaptado. El Judo es un deporte que cuenta cada día con un mayor número de participantes. Se trata de una modalidad deportiva en la que pueden participar tanto personas con discapacidad como personas sin discapacidad, sin variar la esencia milenaria del Judo.
Dirigiendo nuestra mirada al Judo adaptado vamos a distinguir entre las posibles variaciones de la práctica según cada discapacidad: judo sensorial, físico e intelectual

 



JUDO SENSORIAL.
Actualmente el mayor número de Judocas que practican Judo Adaptado son personas con discapacidad visual o deficiencia visual.
Así es el caso de Mónica Herrero Merenciano (miembro del Equipo Nacional de Judo para Ciegos). Mónica tiene Retinosis Pigmentaria diagnosticada a los 11 años.
La retinosis pigmentaria es la causa de degeneración hereditaria de la retina más frecuente. Se produce por degeneración y apoptosis de los fotorreceptores. Los principales síntomas son una disminución, lenta pero progresiva, de la agudeza visual que afecta a la visión nocturna y al campo periférico.
 

El Judo adaptado en personas con discapacidad visual es un elemento clave para avanzar en aspectos como la autonomía personal, la autoestima y las relaciones sociales. Del mismo modo, mejora el esquema corporal, conocimiento de su cuerpo, y desarrollo de la orientación espacial.

Cuando trabajemos con deportistas con discapacidad visual es muy importante que la metodología que utilicemos sea comunicativa, participativa y ante todo flexible.

En el Judo Adaptado, la ceguera, es el campo más amplio y donde más instituciones encontramos. En este sentido, tenemos la Federación Española de Deportes para Ciegos, la Fundación ONCE y los propios clubes.

Para concluir, al igual que en otros deportes adaptados de discapacidad visual, es importante destacar, la existencia de 3 categorías visuales B1, B2 y B3, las cuales competirán juntas sin ninguna distinción en el reglamento. En relación a esto último, las normas que rigen la competición son iguales para todos los competidores, aunque aparezcan pequeñas adaptaciones que en absoluto cambian el espíritu de las leyes del Judo.
Ahora, veremos otras modalidades de Judo Adaptado

JUDO FÍSICO.

Concretamente nos hemos centrado en la lesión Medular. Como hemos explicado en la entrada del handbike la lesión medular es el daño que se presenta en la médula espinal, que conduce a la pérdida de algunas funciones, movimiento y/o sensibilidad. Las pérdidas se presentan por debajo del nivel de la lesión. En el Hospital de Parapléjicos de Toledo se comenzó a practicar Judo para personas con lesión medular tanto altas como bajas, paraplejias y tetraplejias.

El Judo Adaptado para personas con discapacidad física, ayuda a desarrollar las cualidades físicas básicas de forma equilibrada. También, busca afianzar las funciones de ajuste, dominio y control del esquema corporal. A su vez, mejora el estado psicológico general al sentirse capaces de realizar un deporte. Incremento de la autonomía funcional, y contribuye a la readaptación funcional. Por último, colabora a la prevención de los efectos que provoca el sedentarismo y asimismo a la prevención y mejora de las situaciones de dependencia.

En la práctica del Judo para personas con discapacidad física no existe una clasificación funcional en sí, lo único que puede marcar unas pautas es la limitación de la práctica al poder realizar únicamente Judo suelo (Ne Waza).

En lo referente al reglamento, durante el desarrollo del combate las normas serán las mismas que un combate de Judo en personas no discapacitadas. Sin embargo, al principio deberán partir sentados frente a frente y agarrados con la mano izquierda sobre la manga del oponente, dejando libre la mano derecha.

JUDO INTELECTUAL.

Basándonos en esta modalidad, hablaremos de la esquizofrenia, un tipo de discapacidad intelectual.

La esquizofrenia es un trastorno fundamental de la personalidad, una distorsión del pensamiento. Algunos de los síntomas pueden ser alucinaciones, un lenguaje desorganizado, no reaccionan ante estímulos emocionales, apatía…

El conocido como Judo Mental para personas con discapacidad psíquica ayuda a mejorar hábitos de higiene. Mejorar el estado emocional del individuo. Del mismo modo, favorece a la pérdida del miedo. Aumenta la autoestima del deportista. Disminuye la ansiedad. También, mejora en la participación en actividades colectivas y en la relación con los demás.

La única consideración a tener en cuenta si entrenamos a un Judoca con discapacidad intelectual es intentar no dejarle sólo en ningún momento, aunque sin llegar a agobiarle. El acompañante del deportista debe ser de total confianza.

Para evaluar las distintas dimensiones de adaptación no existe un instrumento psicométrico único que nos permita establecer límites cualitativos: las entrevistas con los padres o con las personas que conviven más tiempo con el individuo, la entrevista al propio individuo, la observación directa, van a permitir obtener una información descriptiva de su comportamiento.

En este ámbito, no existen instituciones específicas, sino que dentro de los clubes se acogen a personas con esta discapacidad, teniendo en cuenta la consideración mencionada anteriormente.

Para finalizar, mencionar que no existen diferencias para personas con y sin discapacidad en cuanto a la formación de técnicos.


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